ESCUELA SECUNDARIA N°89
CURSO: 6TO CS SOC.
DOCENTE: CANO
SILVINA
ASIGNATURA: LENGUA Y
LITERATURA
TIEMPO PROGRAMADO: 4 CLASES
TITULO:
RELACIONEMOS LOS CONCEPTOS
TEMA: LA RED
CONCEPTUAL
CONSIGNA
Mirar el
video explicativo
ACTIVIDAD:
1-Copiar los siguientes conceptos en tu carpeta
¿Cómo
hacer un mapa conceptual creativo y eficiente?
Para crear un mapa conceptual que sea efectivo, dinámico e
intuitivo es importante tomar en cuenta algunos elementos básicos.
1. Selecciona el tema
Lo primero que debes hacer es elegir el tema sobre el cual
quieres elaborar tu mapa conceptual. Para ello valdría la pena que te preguntes
qué enfoque quieres darle, para que de esta manera, puedas filtrar información
y quedarte con palabras clave que
sean de interés.
En este punto podrías crear una lista. Esto te ayudará a separar
ideas principales de ideas secundarias, o a jerarquizar mejor el contenido que
vas a desarrollar a lo largo de tu mapa.
2. Recauda toda la información necesaria
El proceso de investigación y recopilación de datos es
fundamental. Todo lo que puedas leer es importante para que puedas definir los
conceptos claves que utilizarás en tu mapa conceptual.
Toma en cuenta que al hacer este ejercicio de investigación ya
estás adquiriendo conocimientos que te serán útiles.
Acude a todas las herramientas necesarias, consulta en libros y
apóyate en los motores de búsqueda de Internet para encontrar información veraz
y específica. Incluso si se trata de un proyecto personal, para generar
contenido o campañas de publicidad, es
súper valioso este segundo paso.
3. Procesa la información y filtra sólo lo
necesario
Una vez que hayas recopilado todos los datos que necesitas para
desarrollar tu tema, entonces llega el momento de decantarse por algunas cosas
y darle prioridad a lo que es realmente importante y que va a aportar valor a
tu trabajo.
Por ejemplo, si el tema que elegiste trata de cómo cuidar tu
salud dental, entonces debes seleccionar como idea general algo que esté
relacionado directamente a la salud de tu boca.
El siguiente sería enlistar algunas prácticas que podrían
ayudarte a mejorar, y a partir de entonces avanzar desde la más básico hasta lo
más específico.
Cuando ya logras procesar todos los datos recaudados, entonces
pones en práctica tu capacidad de síntesis, quedándote con lo más esencial de
tu investigación. Momento en que es oportuno realizar una lluvia de ideas y
darle forma a toda esta información.
4. Ordena y conecta los conceptos
En este punto y al haber cumplido con los pasos previos, podrás
empezar a establecer las conexiones de cada uno de los conceptos que dejaste en
tu lista.
Debes saber que, aun habiendo hecho tu filtro de jerarquización,
es posible que algunos conceptos finalmente no queden dentro de tu mapa
conceptual.
El primer recuadro que tienes que llenar es el del título. Con
seguridad este debe ser el concepto más importante y ya cuando lo tengas podrás
empezar a conectar, según tu lista de jerarquía con los conceptos más
importantes y la relación que hay entre cada uno de ellos.
5. Revisa y afina detalles
Cuando ya has terminado la creación de tu mapa, merece la pena
hacer un último paso de revisión, que te permita afinar detalles.
Recuerda que los conceptos que has elegido plasmar, van
presentados de manera que tú mismo puedas entender el mapa. Sin embargo, eso no
significa que otros puedan comprenderlo siempre.
En este caso, pide ayuda a un conocido para que revise el mapa,
te diga sus apreciaciones, si lo entiende o no, y qué ajustes puedes hacer para
que el contenido comunique con claridad los detalles más importantes del tema
que has elegido.
2- Copiar y leer
atentamente los siguientes textos:
1.
¿Qué es la literatura?
La literatura es
considerada por la Real Academia Española como una expresión artística que se basa en el
uso del lenguaje;
de hecho, podríamos decir que es casi cualquier documento escrito. Es también
la ciencia que
estudia las obras literarias y una asignatura que se enseña en colegios o
universidades.
La literatura es
una disciplina que
usa el lenguaje de forma estética. El término literatura proviene del vocablo latínlitterae, que hace
referencia a la acumulación de conocimientos que nos guíen
al correcto modo de escribir y de leer. Hay algunas definiciones que afirman
que, además de lo escrito, la literatura está en lo cantado o hablado.
También se
considera como literatura al conjunto de libros que hablan sobre un
tema específico, son de una época determinada o un género en
particular. Lo que hace literario a un texto, o sea lo que lo forma o lo
convierte en literatura, es la literaturidad, que está en el uso que se hace
del lenguaje en ese tipo de textos. Este tipo de lenguaje tiene una
trascendencia particular porque está destinado a durar en el tiempo.
Ver además: Bellas Artes
2.
Historia de la literatura
Podemos afirmar
que la literatura comenzó cuando se inventó la imprenta (de la
mano de Johannes Gutenberg) en el siglo XV y se comenzó a difundir la palabra
escrita. Más adelante, en el siglo XVII, se denominaba a la literatura como poesía o elocuencia.
Entonces se entendía por poesía cualquier texto, independientemente de su
género y no necesariamente en verso.
Recién en el siglo
XVIII se utilizó por primera vez la palabra literatura con el significado
actual. De todos modos, existe una duda con respecto a qué se puede o no
considerar literatura, ya que hay tipos de textos que parecieran no encasillar
en ningún género, por ejemplo, una autobiografía o una noticia.
En
Inglaterra, en el
siglo XVIII, se cuestionó qué entraba dentro del concepto literatura y
qué no, básicamente se tenía consideración por los escritos que producían
aquellos que pertenecían a la clase alfabetizada, instruida. Había
cartas, ensayos,
textos filosóficos y poesía en la literatura inglesa de ese momento, pero
textos como las novelas tenían
mala reputación y por eso no entraban en consideración. Terry Eagleton define
que los criterios de ese entonces para etiquetar algo como literatura o no eran
ideológicos e iban de acuerdo a los valores y los gustos de la clase dominante.
Para Roland
Barthes, la literatura no es un conjunto de obras o una categoría, sino
que más bien es la
práctica de la escritura. Wolfgang Kayser planeó, a mediados
del siglo XX, hacer un cambio en el término literatura, utilizando en su
lugar “belles lettres” para
que se pueda diferenciar el texto escrito del habla.
Sería importante
marcar que no es considerado como literatura a los escritos basados en dibujos,
como los jeroglíficos de los egipcios.
3.
Géneros literarios
La literatura
tiene géneros, o sea tipos en los que se clasifican los conjuntos de libros
según el contenido de las obras, éstos son llamados géneros literarios. Cada
género literario se caracteriza por diferentes aspectos semánticos, formales o
fonológicos.
Existen tres
grandes clasificaciones y cada una tiene subgéneros:
- Género lírico, desarrollado por escritores como
Federico García Lorca. Se trata de textos a los que se le asigna un ritmo determinado,
así dentro del cual hay, entre otros, el himno, la oda,
la égloga, la sátira, etc.
- Género épico o narrativo, en el que se ubica Miguel de
Cervantes, que tiene como fin contar una historia no verdadera. Dentro de
este género tenemos la epopeya, los cantares de
gesta, el cuento y
la novela.
- Género dramático, que es un texto que tiene como
finalidad actuarse, puede ser tragedia, comedia,
etcétera. Un escritor de este género literario es Pedro Calderón de la
Barca.
Sigue en: Género
Literario.
4.
Literatura universal
La literatura
universal es parte de todos, desde la
invención del alfabeto la historia, las costumbres, los mensajes y la cultura se
comenzó a transmitir también de forma escrita (aunque debemos aclarar que hasta
la Edad Media perduró la cultura oral).
Cuando hablamos de
literatura universal nos referimos a aquellos escritos que pertenecen a una
región en particular, pero que los
consideramos como de toda la humanidad, o por lo menos se
piensa que todo el mundo debería tener conocimiento de ellos, como sucede con
el libro La Odisea; de Homero o Don Quijote de la Mancha; de Miguel de
Cervantes.
De la mano
del sistema
capitalista, la literatura se ha convertido en una de las industrias culturales más
grandes, porque los libros se producen en serie, y en cierto
modo también se produce cultura.
Es por esto que nacieron los best sellers; es decir, los más vendidos. Con
este título se etiqueta a los libros más exitosos en cuanto a ventas o a
críticas recibidas.
Se entiende por
crítica literaria a la disciplina que se dedica a estudiar y valorizar un
texto, ya sea positiva o negativamente. La valoración de este crítico es
difundida por los medios
de comunicación.
Hoy en día la
literatura se ha revolucionado con la llegada de los libros virtuales, entonces la
situación de la práctica es incierta, porque comprar libros electrónicos es más
barato y a su vez cada vez se lee menos.
La literatura
tiene su más grande distinción en el premio Nobel y el primer galardón de este
tipo fue otorgado a Sully Prudhomme, poeta y ensayista de origen francés.
Qué es el canon literario
El canon es la vara de medir en el
arte y en la cultura, el modelo a seguir y en
definitiva, todo aquello que la tradición sanciona como ejemplar y de calidad
contrastada. En literatura, el canon es una lista breve pero muy selecta
de lo que se suelen llamar las obras clásicas, esas que se siguen
leyendo con interés desde hace siglos, aunque en apariencia las veamos muy
antiguas o incluso anticuadas.
Esa lista seleccionada suele mantenerse sin grandes variaciones generación
tras generación de forma bastante sorprendente. Pero la razón es simple: ese
conjunto escogido goza de sólido prestigio social y
se considera un elemento fundamental de la educación de la
juventud.
Por tanto, para enseñar
literatura es inevitable establecer un canon, un repertorio
cerrado de obras y autores en que se conjuguen dos factores: el gusto estético y la necesidad pedagógica. En el primer caso,
lo que tenemos que decidir es qué obras son las mejores por su pura calidad
artística; en el segundo, la pregunta clave es ¿cuáles de todas
esas obras vale la pena mostrar y estudiar en la escuela? No tanto
porque aparezcan en el programa oficial, sino porque son referentes ineludibles de la cultura propia y universal y pueden ser
estimulantes para contagiar el gusto por
la lectura literaria al más pintado.
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¿Qué relación existe entre la literatura y la
sociedad?
La relación entre la
literatura y la sociedad es de naturaleza simbiótica. En ocasiones, la
literatura funciona como un espejo donde se reflejan muchos de los rasgos de
una sociedad, por
ejemplo las novelas costumbristas. Pero también, algunas publicaciones pueden
servir como modelo a seguir, como en el caso de los libros de autoayuda.
Así pues, en esta relación se produce una retroalimentación
de doble sentido: especular y modelar. La literatura es un reflejo de la
sociedad que revela varios de sus valores y deficiencias. A su vez, la sociedad
siempre ha reaccionado e, incluso, ha cambiado sus patrones sociales gracias a
un despertar de conciencia producto de la literatura.
Precisamente, la más evidente
relación entre literatura y sociedad es esa función correctiva. Muchos autores
intencionalmente reflejan los males de la sociedad para que los seres humanos
se den cuenta de sus errores y hagan las correcciones necesarias. De igual
manera, pueden proyectar las virtudes o los buenos valores para que la gente
los emule.
Por otro lado, la literatura se
constituye en una simulación de la acción humana. Con frecuencia, sus
representaciones reflejan lo que la gente piensa, dice y hace en la sociedad.
En literatura, las historias
están diseñadas para retratar la vida y la acción humana. Este retrato se hace
a través de las palabras, acción y reacción de los distintos personajes.
3- Elaborar una red
conceptual en base a los textos.
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